Esta ampliamente estudiados en diferentes trabajos que el ataque térmico en la dermis induce una activación fibroblástica, con la consiguiente formación de neocolágeno. Se incrementa la síntesis y reorganización de fibras de colágeno tipo 1 y 3, mientras que las fibras elásticas, aunque están más disminuidas, se encuentran mejor orientadas.
.-. Las longitudes de onda (λ) más largas son absorbidas por el agua de la dermis, desencadenando una reacción mediada por citoquinas que estimulan la síntesis de neocolágeno.
.-. Las longitudes de onda (λ) más cortas son absorbidas por la melanina y la oxihemoglobina presentes en los trastornos de pigmentación y telangiectasias asociados al proceso de envejecimiento.
Por tanto, se actúa y se consiguen mejorar todos los elementos visibles del envejecimiento (arrugas finas, laxitud, telangiectasias, pigmentación irregular) con la ventaja de tener una menor tasa de efectos secundarios y una recuperación más rápida.
Formación de neocolagénesis inducido por la luz pulsada intensa. El ataque térmico induce una activación fibroblástica (1), con la consiguiente formación de neocolágeno, junto con la eliminación de telangiectasias y lesiones pigmentadas (2 y 3).
*** Por consiguiente, en diferentes estudios, la IPL se presenta como una alternativa segura y eficaz a los tratamientos clásicos de rejuvenecimiento con láseres ablativos (CO2, erbio), y con resultados de eficacia y seguridad similares a los obtenidos empleando láseres no ablativos (PDL, infrarrojos, diodo, YAG, etc.), aunque no hay estudios comparativos suficientes.
Con la IPL se consigue mejorar la textura y unificar el tono, actuando principalmente sobre las alteraciones vasculares y la discromía irregular, con mayor disparidad de resultados en cuanto a la reducción de las arrugas.