4 claves para preservar la salud mamaria con motivo del día Mundial del Cáncer de Mama.
1. Si tienes dudas, ve al especialista
La autoexploración sólo sirve si al detectar alguna anomalía en los senos se acude al especialista. No lo dejes para mañana. Ante cualquier posible indicio, consúltalo.
2. Autoexplórate
La autoexploración es una herramienta muy útil para detectar un posible cáncer de mama. Es recomendable hacerlo de forma mensual. ¿El mejor momento? Los días posteriores al periodo. Sigue estos pasos:
– Colócate frente a un espejo con los brazos caídos y gira el torso para detectar algún posible bulto, hoyuelo, piel con textura similar a una naranja, sarpullidos, inflamaciones, cambios en la posición del pezón o zonas enrojecidas.
– Levanta los brazos para comprobar si el contorno de los pechos es uniforme o ves alguna de la alteraciones anteriores.
– Túmbate y palpa cada seno con las yemas de los dedos de la mano contraria, es decir, examina el pecho derecho con la mano izquierda y a la inversa. Empieza por la parte externa del pezón y utiliza movimientos circulares siguiendo líneas rectas.
– Examina también las axilas con los brazos bajados.
3. Hazte una mamografía
Si tienes entre 30 y 40 años es recomendable que te realicen una mamografía cada dos años. A partir de los 40, una anual. Y si eres menor de 30 años pero tienes antecedentes familiares de cáncer de mama también puedes solicitar una mamografía.
Es el método más fiable de detección temprana del cáncer ya que detecta un 90% de los tumores, mientras que el examen físico tan sólo puede revelar un 50% de ellos.
La mamografía revela tumores de tamaño tan pequeño que no se podrían palpar en las exploraciones hasta que crecieran durante unos 2 años más. La prevención precoz del cáncer de mama permite detectar la lesión en etapas en que ésta aún no se ha diseminado a otras partes del cuerpo. Además, así se puede tratar con tratamientos menos agresivos.
En tus revisiones ginecológicas anuales se debe incluir una palpación mamaria por parte del doctor. Si no la lleva a cabo, pídesela.
4. Revisa tus implantes
Aunque los implantes actuales que se utilizan son de alta calidad y más resistentes que los de décadas anteriores, a partir de los 10 años aumenta la posibilidad de rotura precoz de los mismos.
Afortunadamente, existen medios de imagen como la ecografía y la resonancia magnética mamaria que pueden diagnosticar la rotura del implante en fases muy iniciales. Para garantizar su buen estado, es recomendable:
– Hacerse una ecografía cada 2 años durante los 10 primeros años tras la implantación.
– Llevar a cabo una resonancia el décimo año y hacer ecografías anuales a partir de entonces.
– Realizarse resonancias cada 5 o 10 años a partir del décimo año de vida de la prótesis.